Bodas íntimas

En estos tiempos las restricciones por Covid han hecho de las bodas algo muy diferente,

y es la oportunidad perfecta para organizar un evento relevante, cuidado, y especial.

Estamos viendo en redes sociales bodas íntimas impresionantes. Son eventos boutique, con no más de veinte invitados, cuidados al detalle y donde se valora lo realmente importante, el amor de la familia y los amigos, una enseñanza de vida que nos ha dejado la cuarentena. Es verdad que la falta de referentes os puede hacer dudar, pero creednos si os decimos que cada invitado a vuestra boda guardará un recuerdo inolvidable de la ocasión. Y que, como nueva familia de dos, os sentiréis realmente arropados por los que más os quieren.

Además, es el momento perfecto para invertir el presupuesto de manera diferente, para ser detallistas, para cuidar la localización, la decoración, las flores… y para servir un menú realmente gourmet. Sólo en una boda íntima puedes recurrir a lugares tan increíbles como una cala escondida, un palacete en medio de la ciudad o una sala increíble en un restaurante un poco más exclusivo, algo imposible para grandes aforos.

Con una agenda muy relajada, en la que los tiempos no estén tan marcados como en un evento multitudinario, los asistentes al convite tendrán la oportunidad de apreciar detalles como el aroma, la decoración, la iluminación, los cócteles… Y de disfrutar los unos de los otros, de su conversación y sus historias, de sus trajes y vestidos, y de poder compartir con vosotros uno de los días más importantes de vuestra vida de manera mucho más pausada.

Y luego quizá, rompiendo protocolos de manera obligatoria, disponer una única mesa grande para todos los comensales, con un menaje precioso, elegido y colocado sobre un mantel especial; marcasitios con el nombre de cada invitado, un seating plan pensado con mucho cariño para que todos disfruten de una comida agradable y distendida; y unos platos increíbles, de sabores únicos y presentación impecable.

Por último, un detalle para los invitados realmente útil, o realmente bonito, o realmente rico o incluso personalizado; y una nota escrita específicamente para cada uno de ellos, puede que incluso sellada con lacre o en seco, con vuestras iniciales en tipografía caligráfica fina. Nos pone los pelos de punta de lo bonito que sería.